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Hockey Hielo / archivo

España se impone a Corea en su último encuentro del Mundial Div. I

By 23 abril 2011agosto 11th, 2020Ningún comentario

Budapest, 23 de Abril de 2011.- La Selección Española de Hockey Hielo se guardó lo mejor para el final. En un emocionantísimo partido jugado de poder a poder ante el combinado coreano, los hombres que dirige Luciano Basile se mostraron inasequibles al desaliento y tras ponerse por delante hasta en dos ocasiones, acabarían ganando gracias al gol de oro en la prórroga, anotado por Salva Barnola.

COREA DEL SUR 2 – ESPAÑA 3 (Gol de Oro)
(0-1, 1-0, 1-1 y 0-1)

Fue un partido en el que por encima de las individualidades destacó el colectivo. Se vio desde el primer instante en el que los nuestros se tiraban delante de los disparos coreanos, sacrificando el cuerpo, sin ningún  miramiento hacia su integridad física, con tal de que no le llegaran los disparos a un Ander Alcaíne, hoy de nuevo brillante.

De nuevo hubo cambios en las líneas del entrenador italo-canadiense, buscando algo más de chispa ofensiva y por momentos pareció que se llegaba más a portería contraria que en los partidos anteriores. Ocurría que los ataques se diluían cual azucarillo en el café perdiéndose en el perímetro. En estas estábamos, aguantando la respiración ante las oleadas en transición asiáticas cuando Ribot-Tona, sacrificado donde los haya, cerró la valla izquierda con su cuerpo, tapando la salida coreana y poniendo disparo que sería repelido por el portero coreano. El rechace terminó aprovechándolo Juan José Palacín desde el slot poniendo a los nuestros por delante 0-1.

No sería justo dejar de mencionar el extraordinario trabajo en la inferioridad. Hasta en tres ocasiones disfrutaron los coreanos del powerplay y hasta en tres situaciones se salió airoso del trance durante ese primer periodo. Aquí la solidaridad de nuevo, del colectivo, se impuso al 5-contra-4 rival. A punto estuvo de llegar incluso el segundo tras extraordinaria jugada de Txetxu Gavilanes con dejada para Barnola, disparando éste al muñeco al salir bien el portero coreano tapándole al ceretano bien los ángulos.

Los coreanos, mejor dicho su entrenador, se marcharon al primer descanso con una calentura bárbara, un tanto frustrados no solo por el marcador en contra, sino por la imposibilidad que suponía batir el marco de Alcaíne a pesar de los 24 disparos enviados.

El segundo parcial comenzó igual que el primero, con jacetanos, catalanes, vascos y madrileños tirándose y jugándose el tipo ante cualquier amago de disparo que anunciaban los de Kim Hee Woo. Es oportuno y pertinente recordar, que a diferencia del resto de las selecciones que se han dado cita en este Campeonato del Mundo, los nuestros, la mayoría, una vez concluya este torneo, se re-incorporan a sus puestos de trabajo. El resto a sus estudios. No está de más recordarlo…

Llevábamos poco más de tres minutos de periodo cuando en acción defensiva Dani Hilario ganó la posición claramente a su rival y éste reaccionó de mala manera con stick por delante, impulsando al ceretano de espaldas contra la valla. No había duda, 5 minutos de superioridad y la expulsión del partido de Kwon Ta. La sitaución era pintiparada: 5 minutos de superioridad numérica en 5 contra 4 para los nuestros…

Pero ni por esas. Los equipos especiales anduvieron espesos, inoperantes. Apenas establecieron presencia montando el cuadrado ofensivo. Es más, hasta Alcaíne tuvo que repeler un par de disparos que llevaban marchámo de gol. Una auténtica lástima que no se supiera aprovechar esa situación tan ventajosa. Y lo peor, parecía que los nuestros comenzaban a acusar el esfuerzo del día anterior donde no se dejó de perseguir a cuanto húngaro salia al paso en la derrota ante la anfitriona.

Todo lo contrario que Corea del Sur que no dudó en agradecer el regalo en forma de "6 en pista" cometido por los nuestros en un mal cambio, para en la superioridad conseguir el empate a uno por medio de Won Jung Kim.

Comenzaba el tercero y lo hacía con idénticos derroteros a como había concluído el segundo: con Hilario en el congelador por un agarroncito rigurosísimo pitado por el esloveno Igor Dremelj que andaba con el silbato de lo más "tiquis-miquis".

La inferioridad española -y Alcaíne-, mataron los dos minutos con uno menos y acto seguido, la apuesta de Basile de conformar la segunda línea con tres imberbes –González, Quevedo y Pedraz-, terminaría por darle su resultado. La "linea de los niños" gestó una jugada desde la neutral, metiendo en profundidad el puck, peleándola en la trasera y poniéndola al slot. Disparo de Pedraz que rechaza el portero y Carlos Quevedo que con nervios de acero, impropios de los 18 años que acaba de cumplir, ve a Hyun Seung Eum tirado y la pone arriba para volver a dar la delantera en el luminoso a España (1-2).

Los coreanos volvieron a volcarse sobre la meta de Alcaíne exigiendo lo mejor al portero culé, cuando los "nenes" ahora por medio de Pol González, tras pase de Quevedo, por poco sorprende a un, ahora sí habil portero coreano.

Una pena, porque de lo que podía haber sido el 1-3 se pasaría al 2-2 gracias a un tiro que hace bueno aquella máxima del hockey que dice que si no sabes que hacer con el puck, pónla a portería. Won Jung Kim la puso, el disco se perdió en un bosque de piernas y terminó entrando llorando entre las guardas de un tapadísimo Alcaine.

Restaban siete minutos y quien más, quien menos, veía a los nuestros con la ya mencionada fatiga haciendo mucha mella. Pero sacaron fuerzas de flaqueza y aguantaron como titanes, volviendo sobre la trasera a por cualquier disco suelto, porfiando en las vallas y saliendo vencedores, incluso intentando sorprender con pases largos, buscando la velocidad de algún delantero. No daba para más, se llegaría al final del tiempo reglamentado con empate a dos, aguardaba la prórroga con formato 4 contra 4.

Y en la prórroga, la siempre disciplinada selección coreana demostró que también sufría, que también era de carne y hueso y cometió un error en el cambio: saltaron cinco, cuando solo podían hacerlo cuatro. Era el momento de España. Había que aprovechar el powerplay (4-contra-3) y sellar la victoria con el gol de oro.

Pero de nuevo, la asignatura pendiente de los equipos especiales -y de nuevo, sí, el cansancio-, no dejaba a nuestros jugadores jugar con soltura la superioridad. Era espesa, los pases ni salían limpios, ni eran recibidos con ortodoxia. Corea como era obvio, se limitaba a despejar. Faltaban siete segundos para que los asíaticos recuperaran su cuarto hombre, cuando Pedraz cedió para Brabo, éste de poderoso lanzamiento se limitó a cruzar la línea roja central y meterla a la trasera, el puck hizo un extraño contra la valla y salío escupida con mucha viveza delante justo del marco coreano…

…, y ahí apareció Él, -oh capitán, mi capitán-…, tenía que ser Él: Salva Barnola, no solo el capitán, el líder de este equipo, que junto a sus lugar-tenientes (Choge, Hilario, Andoni Gavilanes y Guillermo Betrán), forman el núcleo veterano de un vestuario jóven, muy jóven, que hoy se habrán vistos relegados a una División inferior -que nadie se equivoque, la que nos corresponde-, pero que durante una semana han crecido como jugadores, lo que posiblemente no hayan conseguido en muchos meses.

Si no, al tiempo.

ESPAÑA 3
Palacín, Juan Muñoz, Pablo Muñoz, Paz, Betrán; Pedraz, González, Quevedo, Brabo, Hilario; Desi Pérez, Barnola, Txetxu Gavilanes, Parra, Vea; Vázquez, Biec, Andoni Gavilanes, Hernández, Ribot-Tona; Alcaíne y Alonso.

COREA DEL SUR 2
Y. Lee, Kwon, Park, W. Kim, H. Kim; D. Lee, Y. Kim, Ahn, Cho, Song; Bum Kim, Hyeok Kim, W.J. Kim, G.H. Kim, S.W Kim; Oh, W.Y. Kim, S.W. Sin; Park y Eum.

SportArena de Budapest – 2.996 Espectadores

Árbitro Principal: Igor Dremelj (Eslovenia)
Auxiliares: Scott Daelglish (Reino Unido) y Mariusz Smura (Polonia)

Moisés Molina
Dpto. de Prensa de Hockey Hielo / FEDH